El blog que no está de moda

Cuando decidí abrir este blog, fue realmente como una terapia personal, una catarsis, una reflexión del momento que me estaba tocando vivir. Creo firmemente de que se tiene que estar todo en orden interiormente para poder seguir avanzando. Fue así que nació la terapia de escribir.

Con todo este rollo, me puse a pensar: Será que hay espacio para un blog dedicado un poco más a la reflexión cotidiana en medio de este mundo lleno de aparatos smarth y que aparentemente parece cada vez más vacío?

Me puse a pensar en esto por una y simple razón: los fashion blogs o los ego blogs.

Sí, esos blogs de chicas lindas y valientes, que se lanzaron a la piscina de la blogosfera con una propuesta totalmente diferente y ahora la están destruyendo. No tengo NADA en contra, es más creo que son muy importantes (ya voy a explicar por qué), tengo mis top 4, todos los días ando revisando esos y otros que llaman mi atención. Es más, hasta en este espacio demasiado personal, hay publicado un link de mi Lookbook, he puesto fotos mías luciendo mi ropa porque me encanta y me quiero y por qué es divertido tratar esa suerte ;)

Voy directo a los fashion blogs porque me llaman mucho la atención algunos comentarios: "Si tan sólo pudiera tener tu belleza", "Eres una diosa", "Quiero tener tu estilo", "Es que a ti todo te queda bien", “Si tuviera tu cuerpo, todo sería tan fácil” y la mejor: "Tienes exactamente la vida que me gustaría tener"

WAKE UP PEOPLE!

Juro que a veces me da ganas de conocer a cada una de esas chicas, niñas, señoritas, señoras y decirles: Me estás hablando en serio???? Y después abrazarlas :)

Ok, ok, que lance la primera piedra (o par de zapatos) quien nunca soñó con ser una Superstar, ganar un Oscar, ser e o la elegida en American Idol o ser conductora de un programas de viajes a lo estilo Travel and Living #yo!

No hay nada malo en eso, nada, el problema que veo es que se siente como una envidia mezclada con tristeza, como un "Por qué ella sí y yo no?" y se comienzan a idealizar a estas personas y se deja de lado el desenvolvimiento personal, los ideales personales, por querer ser como ese “ídolo”. 

El tema moda me parece interesantísimo, lo he llevado conmigo desde niña. Mi mamá estudió Alta Costura, lo cual en esa época era considerado como un "Ah?? Estás loca? Una simple costurera?".

A mí siempre me encantó que ella se haya rebelado y seguido lo que quería hacer. Recuerdo que siempre llegaban revistas "Hola" y otras de ese estilo, directas de España para ver lo último de alta costura y tendencias. Siempre sentí una atracción por ese mundo y más porque tenía a mi mami querida que amaba hacerme vestidos, blusas, faldas, palazos, etc. Aprendí que es importante saber vestirse bien y tener carácter al hacerlo, que el estilo es lo que importa, no la moda, que la moda pasa y con el estilo te recuerdan. Lo tenía clarísimo.

Por eso me parece que estos blogs una herramienta alucinante que te traen de una forma más down to earth cómo puedes llevar  una prenda y saber lo que anda en tendencia. Me parece sano y necesario para una mujer que desea y puede cubrir esa necesidad.   

Creo que el problema radica en creer que se debe seguir al pie de la letra lo que hay y lo que “inocentemente” se recomienda en algunos de estos espacios, creando un sentimiento de angustia y deseo extremo de querer tener esa ropa precio$a, y que al no tenerla, se llega a la resignación, tristeza y hasta envidia de algo que no es realmente un must have.

Remedio? Vivir más y alucinar menos. Más tiempo haciendo cosas, menos en internet.

Salgan más, vivan más, sientan más, amen más. Hay que dedicarle más tiempo a la vida real que a la cibernética. Esa vida real que te hace saltar de alegría y tropezar varias veces. Esa que tienen momentos acompañados con soundtracks en nuestras cabezas, mucho más armonioso que el click, click, click del teclado.

Estamos en una época en la que se critica más de lo que se valora, en la que es más fácil quejarse que agradecer por mil cosas. Sí, hay muchas cosas que pueden y deben mejorar, así como también demasiadas que son increíbles y dejamos de lado.